Javi Argüeso, un menés que reside fuera del municipio, ha puesto en marcha una iniciativa para conservar el tesoro del valle más maltratado, ignorado y que con más rapidez se deteriora: el río Cadagua y su ecosistema.
A los numerosos vertidos de aguas residuales sin depurar hay que sumar las numerosas captaciones, la llegada de especies alóctonas –algunas introducidas por la Administración– y los estiajes cada vez más acusados como algunas de las causas por las que el río cada vez tiene peor salud. Y también la actividad industrial descontrolada.
Los tiempos en los que en cada pozo nadaban decenas de truchas, aquellos en los que el martín pescador recorría el cauce todos los días, hoy se antojan lejanos y casi irrecuperables. Sin embargo, la voluntad de todos y todas aún no ha dicho la última palabra. Puedes colaborar con tu firma haciendo clic aquí.
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