
La Administración ha canalizado el río de Los Llares, en Cantabria, en una zona de pesca sin muerte y aledaña a otra recientemente repoblada con 20.000 alevines.
Una vez más, la Administración ha convertido un río lleno de vida en un erial. En este caso ha sido en Cantabria, en la cuenca Saja-Besaya. Os dejo un texto en el que Óscar Quevedo Iglesias –pescador con un brillante palmarés en el ámbito de la competición y, además, un cántabro profundamente comprometido con la defensa de los ríos de su tierra– nos explica la gravedad de lo sucedido. Esperemos que sirva para que el desastre no continúe.
Repoblamos y hacemos el trabajo que la Administración, de hoy y de ayer, nunca hizo. Por supuesto, ponemos el dinero de nuestro bolsillo y también los esfuerzos. Se trabaja por tener una minoría de tramos sin muerte, acorde al numero de pescadores sin muerte respecto al colectivo general (curioso que aquí en Cantabria son los únicos que miran hacia el río y no hacia las arcas más llenas).
Bueno, en definitiva, cómo nos puede explicar alguien que entienda de legislación ambiental estos supuestos:
- ¿Por qué se canaliza un río de esta manera en época de freza aún y sobre los frezaderos de estos dos últimos meses?
- ¿Cómo se autoriza esta obra sin haber sacado los peces del río?
- ¿Como se desvía el cauce más de 15 metros fuera de la capa freática?
- ¿Cómo se acopian materiales sin consolidar que luego el río arrastrará en nuevos daños, con la próxima avenida?
No sé cuántas cosas más se podrían preguntar, pero podemos juntarlo con los antecedentes pasados en este tramo desde 2011. O mucho más sangrante cuando, después de haber dado unas charlas a los colegios de la cuenca del Miera en 2012, hicieron una suelta de alevines (20.000) en un afluente y tras las fotos de rigor, politiqueo, etc. meten a los quince días las palas por encima de los alevines, que previamente se han soltado, aunque en fechas de la suelta ya se tenía conocimiento de estas obras por los administradores.
Como esto mucho más, y creo que se debería hacer algo o toca seguir amamantando la fiera que nos deja sin ríos a todos.
Tramo sin muerte del río de Los llares, área de freza de las truchas del cauce principal, con una densidad en 2011 de 55 truchas por cada 100m2 y un reclutamiento de alevines del 93% sobre 100 en su primer año sin muerte.
Las fotos son de hoy (24-02-2013) y las palas están en el río para seguir canalizando la parte alta del tramo en estos días.
Saludos”.
No hay derecho a lo que se está haciendo en este país con los ríos. Los «gestores» hacen y deshacen a su antojo sin mirar lo que se llevan por delante y que nunca jamás recuperaremos.
De los ríos lo único que interesa es si pueden sacarle algunos eurillos con alguna concesión para una hidroeléctrica… Energía verde que lo llama alguna empresa…
Ese es el mayor problema, que solo miramos la ‘rentabilidad’ a corto plazo. No nos damos cuenta de que causamos daños que son prácticamente irrecuperables en un ecosistema tan sensible como el fluvial. Y parece que tampoco somos conscientes de que de esa manera no hay futuro. Gracias por el comentario, Míchel.