Mucho ruido y pocas nueces. Las expectativas que los pescadores ribereños del Cadagua, concienciados con la preservación de este ecosistema, teníamos depositadas en que la nueva ley regional de pesca sirviera para paliar el tremendo declive que ha sufrido la población truchera en los últimos años quedan en apenas nada. La propuesta del Consejo de Pesca de Burgos para adaptar la normativa anual a la legislación de rango superior, que cataloga a la trucha como Especie de Interés Preferente, apenas incrementa en tres kilómetros el ámbito de la pesca sin muerte en el Cadagua: el tramo comprendido entre el puente de Cerezo y la presa del Refugio, en Villasana.
Además, esta misma propuesta acaba de un plumazo con el vedado de Maltrana después de más de 35 años. Para la próxima temporada, este tramo que ha sido durante décadas el cauce con mayor densidad truchera de la provincia y un santuario para que la especie se reprodujera sin impedimentos, formará parte de las Aguas en Régimen Especial (ARE) donde la administración permitirá a partir de ahora la práctica de la pesca con muerte.
El ARE del Cadagua comprenderá desde el puente del barrio de Cerezo -frente a la gasolinera de Entrambasaguas- hasta el puente de Maltrana; donde ya comienza el coto de Valle de Mena. Los aproximadamente 2,7 kilómetros de este ARE están delimitados por la toma de agua y desembocadura del canal de la hidroléctrica de Maltrana, de manera que durante el periodo estival y a lo largo de otras épocas en las que escasean las lluvias el río acusa un estiaje considerable.
Así, se trata de una zona donde las truchas son especialmente vulnerables pero en la que, a pesar de que ahora son oficialmente Especie de Interés Preferente, seguirán acabando en la sartén. Otra oportunidad perdida.
Las ARE funcionarán como cotos a coste cero, sin necesidad de abonar importe alguno, con aforo diario y cupo en las capturas, aunque se requerirá un pase de control. El sistema de expedición se realizará a través del teléfono 012 o de la página web de la Junta (www.jcyl.es), con una limitación de dos pases por semana y provincia.
La del Cadagua es la única cuenca de Burgos que vierte al Cantábrico –y una de las pocas de Castilla y León- por lo que posee unas singularidades respecto al resto de la provincia que convendría proteger encarecidamente. El crecimiento inmobiliario y el consiguiente incremento de vertidos sin depurar al río, el aumento de captaciones de agua, los estiajes y los numerosos y dañinos dragados del cauce son algunas de la razones que han favorecido un alarmante deterioro del ecosistema en los último años, cuyo síntoma más fácil de observar a simple vista es que la abundante población truchera de hace quince años ha pasado a ser casi testimonial.
Por esta razón, la Ley de Pesca de del 13 de diciembre de 2013 se presentaba como una medida adecuada para favorecer la recuperación de un río, que hasta hace poco era emblemático para muchos pescadores del norte peninsular, a través de la pesca sin muerte. Una manera de concienciar a los propios pescadores de que en nuestra mano también está la conservación de la especie.
Sin embargo, una normativa rácana, y que es muy poco consecuente con el espíritu de la ley, da al traste con cualquier perspectiva de mejora. Y en estos tiempos de crisis, la depuración de las aguas pinta todavía más negro. Qué mal panorama se nos presenta.
EDITO A FECHA 23 de marzo de 2014:
Finalmente normativa de pesca para 2014 publicada el mantiene el vedado de Maltrana. No porque la administración haya hecho bien su trabajo, sino porque la chapuza no tiene finalmente consecuencias tan nefastas para el río como se preveía.
En la normativa aparece como zona pescable con muerte el vedado, pero también está incluido en el listado de vedados. Como prevalece la norma más restrictiva, la conclusión es que EL VEDADO DE MALTRANA CONTINÚA SIENDO VEDADO (no se puede pescar). Un jeroglífico inexplicable, pero que se repite año tras año y en algunas ocasiones incluso con cachalotes y marsopas de por medio…